En diseño gráfico, la importancia del color reside fundamentalmente en la manera en la que el cliente percibe la marca a primera vista. Las diferentes combinaciones de colores pueden dar como resultado una gran variedad de diseños con distintas interpretaciones a su vez.
En muchas ocasiones, los detalles son la línea que marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. Según un estudio, la impresión que dan los colores puede suponer un 60% de la aceptación o del rechazo hacia un producto.
En estas ilustraciones podemos apreciar las diferentes sensaciones que nos puede dar una gama cromática.
Los colores cálidos tienen un efecto estimulante y dan la impresión de que avanzan, que se adelantan de la superficie que los contiene. Esto provoca sensación de cercanía. Son colores vitales, alegres y activos.
Los colores fríos producen una acción relajante y un efecto de retroceso, alejamiento, generando sensación de distanciamiento. Producen una impresión de reposo y calma, y utilizados solos pueden dar efecto de poca intimidad y de tristeza.
Una mala combinación de colores decepciona al receptor. Los psicólogos especializados en el marketing sugieren que para que una impresión sea duradera, ya sea de tu web o de cualquier contenido que produzcas, debe hacerse en los primeros 90 segundos.
Conclusión
Así que, la importancia del color tiene un papel decisivo en la manera en que percibimos la realidad. El trabajo del diseñador es encontrar la conexión perfecta de letra, forma y color, dando como resultado la imagen y mensaje que pretende transmitir la marca.
Para ayudar a encontrar la combinación perfecta, hay distintas herramientas que pueden ser de utilidad para crear una paleta de color adecuada para la realización de una marca, como los moodboards, que nos ayudan a encontrar los colores a partir de un panel de inspiraciones, páginas web de combinaciones de colores, como colors.muz.li, o libros sobre el tema, como la Paleta perfecta de Lauren Wager.
